Cuando se va acercando el final de parto, la madre nota presión en la vagina y en el culete, suele tener decir que tiene “muchas ganas de empujar”, y a veces lo refieren como “ganas de hacer caca”. Esto es porque la cabeza se apoya en toda la musculatura del suelo pélvico, y presiona el recto (que está pegado a la vagina). Con cada contracción la cabeza desciende un poco y vuelve a ascender, para así, poco a poco, ir distendiendo toda la musculatura pélvica y el periné.
La mamá cada vez tiene más ganas de empujar, siente muchísima presión y quemazón en la piel, que describe como un “aro de fuego”…. Es de los momentos más intensos de todo el parto, el final se acerca. En este momento les pedimos que no empujen, o que empujen muy poco, y que soplen o respiren para evitar la salida brusca de la cabeza. Si la cabeza va saliendo lentamente, todos los músculos y la piel se van estirando y adaptando a la cabeza del bebé para así evitar lesiones o desgarros importantes.
Una vez que ha salido el bebé, comprobaremos si ha habido alguna lesión o desgarro, que pueden ser:
Periné íntegro: si no hay ningún daño.
Desgarro de primer grado: si solamente se lesiona la mucosa vaginal o la piel.
Desgarro de segundo grado: cuando se lesionan los músculos del periné.
Desgarro de tercer grado: si se lesiona <50% del esfínter anal externo se llama 3a, si es >50% se llama 3b, y si se lesiona el esfínter externo e interno es un 3c.
Desgarro de cuarto grado: lesión del esfínter anal y la mucosa recta.
En ocasiones, como cuando hay una emergencia, o es necesario utilizar algún instrumento, se realiza una episiotomía, que es una incisión o corte que se practica en el periné para facilitar la salida del bebé en casos de emergencia. NO debe realizarse de forma rutinaria.
Si existe alguna lesión, el profesional que atienda el parto se encargará de suturarlo (con anestesia local si no hay epidural).
Foto: Monet Nicole Birthing Stories